Los compañeros de la empresa social La Huella organizaron la actividad
“La salud colectiva en las cooperativas de trabajo” para poder generar
una conversación sobre la salud mental, y en particular, dentro de las
recuperadas. El martes fue el turno de Campichuelo.
“Los trabajadores, en el día a día de sobrevivir en la cooperativa, no
le dan mucha bolilla al tema de la salud”, rememoró el presidente de
FEDECABA, Hugo Cabrera, por lo que los síntomas que se generan en esa
situación de extrema tensión se pueden ver a la distancia. “Son
compañeros que están en la calle mucho tiempo y tienen un grado de
estrés muy grande”, resaltó.
“Asumimos como necesario incluir en la estrategia cooperativa la
problemática de la salud porque el cooperativismo nace y se refleja como
forma de trabajo que dignifica la condición humana, a través de la
libertad y de la autodeterminación y autogestión. Un trabajo elegido
libremente, donde cada trabajador tiene voz y voto, crea condiciones de
salud”, comentó Mariana Pacheco, integrante de La Huella presente en el
conversatorio.
Pese a que el hecho de trabajar cooperativamente puede incidir
positivamente en la salud, los compañeros de La Huella recordaron que la
Ley Nacional de Salud Mental sancionada en 2010, que detalla que la
cooperativa de trabajo es una herramienta valorable, el gobierno
nacional desconoció los organismos creados por la Ley.
También estuvo presente Fabián Pierucci, trabajador de la recuperada la
Litoraleña, quien reflexionó sobre el problema de salud en los procesos
de lucha, signados por el trauma y la angustia ante el conflicto y la
posible pérdida del trabajo. Pero si este proceso golpea sobre la
psiquis de los trabajadores implicados, también tiene su contraparte
positiva: recuperar la fábrica y comenzar a autogestionar implica un
proceso de “desalienación” y de toma de conciencia, respecto a la
libertad de decidir sobre los distintos aspectos de la empresa y su
producción.
Finalmente disertó Alberto Vázquez, médico y docente de la Universidad
Nacional de Quilmes, que hizo un recorrido histórico de las distintas
etapas de la gestión de la Salud en el país, y advirtió los riesgos del
plan de salud que quiere llevar adelante el macrismo, denominado
“Cobertura Universal de Salud” (CUS). La CUS afectaría a 15 millones de
personas que no poseen obra social o cobertura privada, ofreciendo una
“canasta básica de servicios”, limitando derechos y beneficios que hoy
en día existen por medio de la cobertura gratuita en los centros de
salud. Por ejemplo: quienes necesiten medicamentos, deberán adquirirlos
en farmacias pagando un porcentaje, mientras que hasta ahora los
recibían gratuitamente a través del Plan Remediar. Además, los fondos
irán a una novedoso fideicomiso que será administrado por una Unidad
Ejecutora de la que participarán dos representantes del Ministerio de
Salud de la Nación, dos de la Superintendencia de Servicios de Salud y
dos de la CGT. Será allí donde se decida qué proyectos se financiarán
dentro del CUS, potestad que debería ser privativa únicamente del
Ministerio.
De este modo, la charla pudo poner en el centro de la escena el delicado
problema de la salud en nuestro país, debatiendo y discutiendo los
alcances en nuestro sector en pos de generar nuevas herramientas para el
sostenimiento del cooperativismo y la autogestión por los trabajadores.
(textual de FEDECABA)
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